En relación a lo anterior tienes que conocer qué son las CPL. Son archivos programados en XML que «ordenan» el contenido dentro de un DCP. Básicamente son playlists que son leídas por los proyectores de DCP para poder proyectar la película y los subtítulos necesarios.
Por tanto, habrá una CPL por cada una de las versiones que tengas en el DCP. Por ejemplo, si tienes un DCP con la versión original y otra en inglés, habrá dos CPL, una para la versión sin subtítulos y otra para la versión con subtítulos.
Cuando se ingeste el DCP en el proyector, el proyeccionista verá las dos versiones, y podrá elegir cualquiera de ellas para la proyección. Como ves, cada CPL funciona como si fueran copias diferentes una vez introducidas en el proyector, con la ventaja de estar tirando siempre del mismo video y del mismo audio.
Puedes tener un DCP con muchas CPL, en función de las versiones que te hablaba al principio.
Si lo tienes claro hasta aquí, vamos a darle otra vuelta a este tema.
Muchas veces me encuentro con películas que siempre hay que verlas con subtítulos, sobre todo porque tienen una versión original con varios idiomas.
En estos casos es muy habitual que los directores quieran tener cuidado para no proyectar la versión sin subtítulos, poniendo una nota en el disco duro o intentando hablar con el proyeccionista.
Es mucho más simple: no crees una CPL con la versión original sin subtítulos. Tienes que dejarlo muy claro al laboratorio con el que estés trabajando, al no crear esa CPL estás forzando al proyeccionista a usar las versiones con subtítulos, sin tener que explicar nada.
Por tanto, una película que solo se pueda proyectar con subtitulos en español e inglés, tendrá solo dos CPL, una por cada idioma.