¿Es mejor un DCP abierto o uno encriptado?

La mayoría de clientes con los que trabajamos hacen cine independiente y los DCPs abiertos son los que menor coste de gestión y copiado tienen para ellos. Las copias encriptadas necesitan generar un código KDM para cada copia, en función del proyector a la que se destina y esto supone un coste por copia que no tienen los DCPs abiertos.

La encriptación y el KDM fueron demandados por la industria de Hollywood para evitar la piratería y tener un control sobre los pases de las películas. Para tener la máxima seguridad se instauró el cifrado de los datos bajo el algoritmo AES128, utilizado tambien con fines militares. Un DCP es un paquete de archivos con un tamaño grande, que se mueve en una red de distribución cerrada, que las salas de cine los borran de los servidores al terminar su periodo de proyección para dejar espacio a los próximos títulos a exhibir, el espacio de color y gamma son específicos para este sistema, el audio multicanal multiplexado es difícil de extraer… Como se puede observar un DCP sin encriptar es difícil de piratear de por sí. En la mayoría de los casos el material que podemos encontrar pirateado sale de una grabación con una cámara de video colocada en el cine o un DVD / Blu-ray copiado.

Otro aspecto a tener en cuenta es el archivado de un DCP. Con el paso del tiempo una copia abierta siempre podrá ser reproducida por cualquier servidor, sin embargo con una encriptada se corre el riesgo de no tener las claves de encriptación para generar un nuevo KDM para el proyector de destino.

La encriptación del DCP es necesaria si la distribuidora lo exige por contrato, ya que de este modo pueden controlar las fechas y los pases en las diferentes salas donde se exhibe. En al caso de una producción independiente, es habitual no utilizar KDM para ahorrar este coste.

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